El libro que escogí trata sobre el genocidio de Ruanda visto desde los ojos de dos niños. Consta de dos relatos diferentes y una última parte en la que se comentan algunos datos y testimonios referentes al genocidio.
El primer relato se titula: “¡Recuerda, Akeza!” Y la verdad es que me impacto mucho porque te muestra lo que es para una niña, de unos 12 años, la guerra y lo que le influye en su vida. Nosotros sin embargo no valoramos lo que tenemos y cuando leemos cosas de estas es cuando nos damos cuenta de lo afortunados que somos.
Akeza vivía tranquila, a gusto y feliz con su familia. Aunque no vivía en una casa de ladrillos, iba al colegio. Pero un día llegaron unos soldados, los sacaron de allí y ella tuvo que presenciar poco a poco como iba muriendo su familia. Por suerte Akeza se salve, pero ¿qué habría sido mejor, morir como su familia o vivir e ir a un campo de refugiados y pasar el resto de su vida sola recordando la matanza? Yo, personalmente, habría preferido la muerte.
Al menos Akeza no estuvo del todo sola, en el campo de refugiados encuentran a su tía y al final la envían con ella.
El segundo relato se titula: “Habimana, en la tormenta de los campos”. Este chico vivía en una casa más cómoda que la de Akeza, pero no por ello tubo mejor suerte en la guerra. Era un hutu. Cuando los tutsis se revelaron y mataron al jefe hutu, estos se revelaron y comenzaron a matar a todos los tutsis, les llamaban rebeldes o cucarachas.
Los hutus eran impulsados por una emisora del país en la que un hombre les rebelaba escondites de tutsis y les invitaba a asesinarlos. El caso es que al declararse la guerra la familia de este chico tuvo que desplazarse a un centro de refugiados, fueron a uno pero de ese les mandaron a otro. Cuando se instalaron allí, un hermano suyo murió y su padre calló enfermo, por lo que también murió. Al final se fueron a otro campo de refugiados porque en el anterior los militares les robaban. En el nuevo campamento siguieron con su vida, pero un día comenzaron a caer mísiles, su madre murió y él salió corriendo con el más pequeño de sus hermanos, al llegar a un nuevo refugio le separaron de su hermano y lo volvió a verlo, se quedó solo.
Salió del país y fue a buscar a unos tíos suyos para formar de nuevo una familia y poder buscar a sus hermanos.
Esta historia me fue más fácil de entender porque poco antes habían puesto la película hotel Rwanda en la televisión y habla también del genocidio. Además te explica un poco mejor lo de los hutus y los tutsis, ya que en libro, si es la primera vez que oyes hablar de ellos, no se entiende muy bien. En cualquier caso os invito a verla porque está muy bien, aunque es un poco dura, y sobre todo os invito a leer el libro porque ha mi me ha hecho ver a lo que se enfrentan unos chavales más pequeños que nosotros y aunque te das cuenta de por lo que han pasado, nunca podremos entenderlo completamente, porque es una situación que no puedes relacionar con nada de lo que has vivido.
viernes, abril 06, 2007
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